Me ha visitado
la tarde
con su brisa
acariciando el agua verde
que veo en el lago del parque.
El silencio recoge
los cuentos
de los peces
que murmuran en el agua.
Los grillos
se llaman
unos a otros
con su chisporroteo
constante
para acortar las distancias.
Un árbol abraza a otro
porque ve llegar
la fresca noche
y un pato nada
atenta y sigilosamente
para recoger a uno
de sus pequeños.
La oscuridad nos está inundando
algunos rayos lumínicos caen.
Pero la ciudad
no sabe
todo lo que ha ocurrido
esta tarde noche
en el Parque Centenario.
Leandro
28/01/12
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